La serie, que desde el minuto 1 del primer capítulo vino a sacudirnos y a ponerlo todo patas arriba, sigue en su escalada ascendente para entregarnos una serie dramática de un enorme calibre. Esperemos que no le acabe por desmerecer la etiqueta de «series de superhéroes» cuando llegue la temporada de premios, porque me parecería harto injusto que la compararan con las de Marvel, por ejemplo, de una factura bastante inferior, según mi parecer.
La preview ya nos preparaba para lo que se venía encima y, si el episodio 4 de El Pingüino fue el de la liberación de Sofia, este sin duda será el de la confirmación de que estamos ante el nacimiento de un villano más que digno del universo de DC. El desarrollo de este personaje ha sido una maravilla y ha supuesto todo un viaje para dibujar una evolución que podría haber ideado cualquiera de los grandes dibujantes y guionistas que pusieron su firma en obras de Batman.
Larga vida a los Falcone
En el increíble episodio anterior, una de las grandes sorpresas del año, la bomba que Sofía soportaba terminó de explotar ante la indiferencia y la falta de remordimientos de sus tíos y primos y, sobre todo, por la traición Oz, que, además de ser el delator que desató todo el juicio contra su persona que la condujo a Arkham, asesinó a sangre fría a Alberto. Todo ello empuja a la hija de Carmine a coger las riendas de su vida y decide acabar con toda su familia, salvo su sobrina y Johnny Vitti, al que deja vivo para que le indique dónde guardaba su padre el dinero irrastreable.
Al mismo tiempo, un Oz desatado, secuestra a Taj Maroni, hijo de Sal y Nadia, y va a la prisión a negociar con ellos para que estos le devuelvan las setas que producen el bliss. La reunión que fijan para el intercambio, viene precedida de un apuñalamiento del patriarca de los Maroni por parte de un guardia de prisiones a sueldo de Oswald. Como era de esperar, el intercambio es una trampa por ambas partes y vemos el lado más cruel de El Pingüino, que quema vivos a madre e hijo y huye con el cargamento de las setas, del que solo han sobrevivido dos cubos. Es en ese preciso instante cuando nos enteramos de que Salvatore ha sobrevivido y escapado de prisión y que no va a cesar en su empeño de verlo muerto por lo que le ha hecho a los suyos.

Una nueva familia en Gotham
Tras un tiempo de tortura en el panteón familiar, Vitti confiesa que él iba a ayudar a su madre Isabella a escapar la noche en que la asesinaron y da a entender que siente vergüenza por su cobardía al haberse quedado trabajando para Carmine. A pesar de ello, Sofia le deja con vida para obtener el dinero y para que reúna a los miembros que quedan en el clan. Antes del comienzo de la coronación oficial de la nueva Donna, aparece Julian Rush, un misterioso personaje que podría revelarse como un villano mítico, y le dice que la apoya y que quiere formar parte de lo que vaya a organizar.

Una vez da comienzo la cita, aparece Sofia vestida de forma elegante y con el cuello al descubierto, como una alegoría perfecta de su desinhibición enseñando a todos unas notorias cicatrices que, suponemos, arrastra desde Arkham. Desde la silla presidencial indica que ya no son los Falcone y adopta Gigante, el apellido de soltera de su madre. También desvela que va a poner fin a la guerra contra los Maroni y mata a Johnny con una frialdad pasmosa como aviso a navegantes de que no quiere a nadie que formara parte del clan de su padre Carmine. Seguidamente, se reúne con Salvatore, escondido en una casa franca en el campo, y le ofrece una alianza para dar caza a Oswald y recuperar entre los dos la ciudad.
Paseando a Miss Cobb
Oswald desesperado y viendo que su movimiento de ajedrez no ha salido tan bien como esperaba, le pide a Victor que vaya a buscar a su madre y la lleve a un lugar seguro. ¿Y qué mejor sitio que Crown Points, el barrio devastado por la inundación y olvidado por todos tras el atentado de Enigma? Allí logran alojarse en el apartamento abandonado y sin luz de un antigo amigo de Vic y logran esquivar la mirada del Calamar, traficante al que conocimos brevemente en el episodio 3, y que parece tener algún asunto pendiente con el ayudante de Oz.
Por su parte, El Pingüino busca a Eve (Carmen Ejogo) y le ofrece huir con él, pero se da de bruces cuando esta lo rechaza y le hace entender que lo que ellos tienen no es más que una relación comercial, de protección mutua. Oz, que instantes antes ha dado rienda suelta a su lado más sádico con el asesinato a sangre fría de Nadia y Taj, ahora se muestra vulnerable y ayuda a conformar las complejas aristas de un personaje que sigue creciendo. Tras su encuentro con Eve, llega al piso franco, donde su madre le niega la atención dando una muestra más de la relación tan extrañamente cercana que mantienen ambos, y se lleva a Vic de ruta por las antiguas vías del metro abandonado.

Allí, le cuenta que sus pasadizos conducen a toda la ciudad y que sus hermanos y él se pasaban el día correteando por ahí. En un momento, vemos a Oz observando una puerta que, parece ser, da acceso a alguna cuba de agua o alguna presa y todo indica que ahí fue donde se ahogaron sus hermanos sin que él pudiera hacer nada. A continuación, le enseña un pequeño despacho iluminado por un generador, un espacio húmedo y oscuro ideal para cultivar los hongos del bliss y un escondite perfecto para, desde las sombras, prepararse para dar un nuevo golpe.