Hemos podido disfrutarla antes de tiempo y aquí tenéis la crítica de ‘Until Dawn’. Las sensaciones no podrían ser más positivas con una propuesta que, sin inventar nada en el género de la comedia de terror, sí que ofrece un producto muy entretenido y diferente que atrapa al espectador. Humor gamberro, una historia intrigante y algún que otro susto que se entrelanzan entre sí para dar forma a la cinta.
Una película que viene dirigada por David F. Sandberg, el hombre que revolucionó el terror con el cortometraje de ‘Lights Out‘ allá por 2013, y cuya carrera posterior está llena de altibajos. Además de una correcta adaptación a largometraje del premiado corto, encontramos ‘Annabelle: Creation’ y las dos partes de ‘Shazam’. Y quiero dejar claro desde ya en esta crítica de ‘Until Dawn’, que estamos ante su mejor proyecto, de calle
Ya desde el trailer se supo que la cinta vendría protagonizada por una nueva hornada de actores jóvenes empezando por Ella Rubin (¡La idea de tenerte¡), Michael Cimino (‘Con amor, Victor’), Odessa A’zion (‘Hellraiser’), Ji-young Yoo (‘Expatriadas’), Belmont Cameli (‘Déjate llevar’), Maia Mitchell (‘Noches de verano’) y que al gran Peter Stormare (‘Fargo’) retomaría el papel que ya interpretó en el videojuego de 2016.
Sobrevive una noche entera
Comenzaré esta crítica de ‘Until Dawn’ hablando de la increíble labor del director por construir un escenario de lo más artesanal en el que priman los efectos prácticos. Hay algunas tomas que, por cuestiones lógicas, se han hecho con CGI, pero es de agradecer que una propuesta de terror de primer nivel como esta deje a un lado los ordenadores y trate de ofrecer un entretenimiento más artesanaL.
Dicho esto, la cinta nos pone en la piel de Clover (Ella Rubin), una chica que intenta recorrer junto a sus amigos los últimos pasos que dio su hermana Melanie (Maia Mitchell), que desapareció un año atrás sin dejar rastro. En este viaje le acompañan su ex-novio Max (Michael Cimino), la espiritual Megan (Ji-young Yoo), Nina (Odessa A’zion) y Abe (Belmont Cameli), la pareja de esta última.
En el trayecto van a parar a un claro en mitad de una terrible tormenta y acceden a un hotelito abandonado que se convertirá en su prisión. Quedan encerrados en una especie de bucle temporal del que no pueden huir y en el que cada noche deberán enfrentarse a sus peores pesadillas, desde fantasmas hasta asesinos psicópatas, la única forma de salir de allí es sobreviviendo hasta el amanecer, sin saber de cuántas oportunidades disponen.
¿Cuántas veces hemos muerto ya?
Parece que en esta crítica de ‘Until Dawn’ insisto mucho en el director, pero es que acierta en muchas cosas, sobre todo en lo bien que se mueve muy bien entre los momentos delirantes y el ambiente cargado propio de una buena cinta de terror. Juega de manera brillante al despiste con el espectador, dibujando una tensión tremendamente fina que acabará por romperse, ya sea por una broma que libere la presión o en forma de un potente jumpscare.
Eso, unido al realismo de muchas escenas y a que los personajes tienen alma y van más allá de los clichés, el realizador logra que te adentres bastante bien en la historia. No os confundáis, no estamos hablando de roles súper profundos y complejos, pero tampoco son el arquetipo con patas de otras cintas del subgénero slasher. También ayudan los diálogos y las situaciones que se nos plantean, obra de los guionistas Gary Dauberman (‘It’) y Blair Butler (‘Polaroid’).
Todo ello sirve para dar forma a una cinta irreverente que es muy consciente de lo que es y que ofrece un entretenimiento de primera. Una película de terror que asusta a la par que divierte, con espacio para monstruos horripilantes y el gore. Y todo en su justa medida, sin abusar especialmente de nada, el gran acierto que me gustaría destacar por encima de todos antes de cerrar esta crítica de ‘Until Dawn’. Muy recomendable.