El episodio 4 de Reacher, que ya puedes ver en Prime Video, ha arrojado luz sobre el inquietante y peligroso personaje de Quinn. Un capítulo que se alza como el mejor de lo que va de temporada 3 y que nos presenta por todo lo alto a este tenebroso y maquiavélico villano.
El rol de Quinn, interpretado por Brian Tee (A todo gas: Tokyo Race), que ya había despertado un gran interés, sobre todo por las reacciones del imperturbable Reacher. La preocupación que mostraba el gigante justiciero ante la idea de que el tal «Julios McCabe» estuviera en el ajo, ya nos ponía la piel de gallina, pero visto lo visto en este capítulo 4, ese temor estaba más que justificado…
Por aquí os dejo el trailer a modo de recordatorio de lo que trata esta tercera temporada.
Un viaje al pasado
El capítulo comienza exactamente como acabó el anterior, con Reacher y Zachary Beck (Anthony Michael Hall) huyendo en el coche de la encerrona que preparó nuestro héroe para dar caza a Duke y terminar de echar la culpa a Ángel Lindo y a sus socios del complot del intento de secuestro del hijo de Zachary. En ese momento, se escucha a Beck mantener una conversación telefónica con «Julius», alias de Quinn.
En ese intercambio de palabras, vemos que Zachary cree a pies juntillas en todo lo que le ha dicho Reacher, confía en él y lo nombran segundo de a bordo de forma oficial. Tras esto, Jack deja al jefe en la mansión y se acerca a la casa de campo en la que están la agente Duffy y compañía para ponerse al día. En ese momento, los inspectores de la DEA le enseñan al gigantón la imagen que le han hecho a «Julius McCabe» para constatar que se trata del temido Quinn.
Tras un pequeño toma y daca, Duffy, harta de las respuestas esquivas de Reacher, le insta a que se merece saber la verdad, por lo que nos toca viajar al pasado para saber lo que ocurrió entre nuestro protagonista y el villano. Nos remontamos a los tiempos en los que Jack trabajaba como policía militar (e intuimos que es previo a la llegada de Neagly y compañía) al momento en que un importante caso que llega a su mesa…
Un flashback que explica muchas cosas…
El caso en cuestión es sobre un ingeniero militar que vende secretos importantes a enemigos de Estados Unidos. Informes de lo más delicados y que vende al mejor postor una persona que no tiene ningún motivo para hacerlo: no tiene deudas, vida familiar tranquila, no tiene antecedentes… Y, para llevar a cabo la investigación, Reacher cuenta con la ayuda de la eficaz Sargento Primera Dominique Kohl (Mariah Robinson), una joven con maneras muy Reacher y que apunta alto.
Detienen al ingeniero y este, tras apretarle un poco las tuercas, le confiesa a Kohl que él hace todo eso obligado por otra persona. Sí, habéis adivinado bien, el temido Quinn le extorsiona porque tiene secuestrada a su hija de 4 años. Finalmente, logran montar un caso contra él y acceden a su ficha donde descubren que se trata de un manipulador, sociópata y narcisista de grado maligno que trabaja en inteligencia militar, por lo que parece tener muchos contactos.
Reacher, admirando las aptitudes de Kohl, y a forma de premiarla, le deja ir a detener al villano, pero este la secuestra y se la lleva a su finca familiar. Nuestro protagonista le sigue la pista y lo que encuentra ahí le marca profundamente… Obviamente, la ficción no nos enseña lo que Quinn hace con ella, pero podemos imaginarnos lo peor posible. Finalmente, Reacher enfrenta al criminal y lo arroja al mar tras pegarle un tiro en la cabeza. Eso sí, lo hace con la pistola de Quinn para que no lo puedan relacionar con él, pero la pistola era de un menor calibre, lo que puede explicar cómo sobrevivió.
De vuelta a la realidad…
De regreso al presente, nos enteramos de que Duffy engañó y presionó a su confidente Theresa para que se infiltrara en el negocio de Quinn y Beck, de ahí su obsesión por encontrarla y salvarla. Tras la conversación, Reacher regresa a la mansión a cumplir con sus nuevas tareas como jefe de seguridad y, por otro lado, Duffy y Villanueva (Roberto Montesinos) hacen uso del ordenador que robaron al malogrado Ángel Lindo para ir de almacén en almacén en busca de la infiltrada.
Al mismo tiempo, Beck se aproxima para decirle a Reacher que saben dónde está el portátil de Ángel por un programa de rastreo antirrobo y le hace saber que está en un almacén de su propiedad. Le insta a que mate a todo el que se encuentre y que, además, parecer ser que Quinn ya ha enviado por su cuenta a tres hombres para que acaben con los que tenga el ordenador…
