Steven Soderbergh nos entrega Presence, una entretenida cinta de misterio que nos cuenta una historia de casas encantadas más sorprendentes de los últimos años.
El mítico director de Traffic regresa a sus orígenes con una producción sencilla, sin grandes pretensiones y con una trama intrigante que se va desgranando poco a poco de forma interesante y muy inteligente.
Y para ello, el bueno de Steven nos sorprende con una premisa de lo más atrevida, ya que toda la acción la veremos a través de la mirada de la «Presencia» que habita en la casa junto a la familia Payne.
Por aquí te dejamos el trailer de Presence.
Una casa encantada…
El matrimonio Payne, conformado por Rebecca (Lucy Liu) y Chirs (Chris Sullivan), deciden mudarse con sus hijos, Tyler y Chloe, a una casa en los suburbios con el objetivo de dejar atrás una serie de problemas que arrastran y poder empezar de nuevo. Y toda la acción que se desencadena la vemos a través de los ojos del espíritu que habitaba en el hogar antes de su llegada.
Tyler, interpretado por Eddy Maday, es el clásico adolescente deportista con aspiraciones a ser popular y que mantiene una gran relación con su madre. Y, por otro lado, está Chloe (Callina Liang), más retraída y que acaba de sufrir un severo trauma y que parece contar solo con el apoyo de su padre, el empático Chris.
Convivir con un fantasma
La adaptación al nuevo hogar no hace que los problemas desaparezcan y la convivencia se hace complicada. Mientras, y poco a poco, este misterioso fantasma va dejando pistas de su presencia en la casa, encontrando en Chloe a la testigo idónea de los fenómenos paranormales que provoca.
Vamos conociendo los entresijos de las relaciones entre los miembros de la familia Payne desde los ojos de este fantasma, por lo que sentimos que estamos rompiendo su intimidad y robándoles sus conversaciones, sus palabras y sus gestos.
Una dirección magistral
Lo cierto es que nos sentimos algo incómodos, pero Soderbergh utiliza el secretismo a su favor, como si estuviéramos espiando desde el armario una discusión que no deberíamos presenciar. Todo ello, unido a una cámara viva que se mueve por toda la casa persiguiendo a los personajes en diferentes situaciones, le otorga a Presence un cariz de lo más interesante y que la distingue de muchas otras películas del género.
La dirección es una auténtica delicia, con una cámara al hombro que realmente logra convertirse en un personaje más. Y cuando ya nos hemos adaptado a este espíritu y a su protagonismo, se nos presenta una trama de lo más solvente que se ha ido desarrollando ante nuestros ojos para dejar de lado el terror (aunque no la considero una cinta de miedo) y convertirse en un thriller muy competente.
Eso sí, la cinta no es redonda, ya que quedan algunas tramas por cerrar y alguna que otra conveniencia, pero que no hacen que la cinta pierda interés. Si quieres ver una película intrigante, con un planteamiento atrevido y rompedor y que te mantenga pegado al sillón la hora y media que dura, esa película es Presence. Recomendable.