Nota de F de Film
Algo que me gusta del cine es cuando es arriesgado, sin paliativos, un salto al vacío provocado por los deseos de crear una historia. Esto, para mí, es una baza segura para que una película sea, como mínimo, interesante. En el caso de La Restauración, ese salto, además, sale bastante airoso. Hablamos de salto no por una connotación negativa, sino como una demostración de la intención de contar una historia que no es fácil ni de explicar ni de mostrar.
La Restauración es la ópera prima de David M. Mateo, y cuenta la historia de Marcia, una mujer que se dedica a la restauración de obra clásicas en el Museo del Prado, y que de repente experimenta una pérdida mas dolorosa que la muerte en muchos sentidos, ya que al menos esta tiene una explicación. Su marido desaparece, de manera repentina, y mientras ella intenta restaurar una de las obras del museo, insiste, a su vez, en construir de nuevo los cimientos de su vida en una casa completamente desestructurada sin la presencia de su pareja.
Ya puedes ver La Restauración en Filmin, y en F de Film te explicamos qué nos ha parecido la ópera prima de David M.Mateo.
Un salto al vacío
Como casi todo thriller psicológico que se precie, La Restauración juega mucho con la ambigüedad de su historia. Muchas veces no queda claro si lo que estamos viendo es real o no, si la percepción del tiempo es la correcta o si simplemente Marcia está loca. Esta ambigüedad es utilizada de manera muy acertada para teletransportarnos a la mente de Marcia, interpretada por una voluntariosa a la causa Lana Aubrey, que está rota en mil pedazos después de la desparición de su marido y que, al igual que con sus cuadros, intenta restaurar su vida apoyándose en su trabajo y en su familia, concretamente en su hijo y su hermano pequeño.
Este salto al vacío se traduce como el empeño del guion de Laura de Dios por apelar a la empatía del espectador sin explicar la historia demasiado. La Restauración es de esas películas de las que se pueden sacar muchas visiones distintas y eso es muy interesante.
Una trama que engancha
Más allá del mencionado libreto (que obviamente está diseñado para que enganche), la tensión narrativa cae en dos pares de hombros, en los de Lana Aubrey, con una Marcia que se va desmoronando a medida que va descubriendo su verdad, y en el director, David M.Mateo, que consigue una gran tensión narrativa gracias a esa sucesión de planos, casi episódica, con mucho fundido a negro que parece anunciar, inexorablemente, cómo se va torciendo la vida de Marcia.
No obstante, hay que decir que la película es algo pretenciosa, no tanto por su intencionalidad, sino por el intento de hablar de temas tan profundos y de abrir tantas tramas que no se terminan de cerrar en los escasos 78 minutos que dura la película. Sin embargo, como he comentado en el anterior párrafo, esa ambigüedad en la que se quedan algunas de las tramas de la película aporta un valor reflexivo, casi poético al relato.
En conclusión…
Os seré sincero, La Restauración está lejos de ser perfecta. La dirección es muy atropellada en algunos momentos, el reparto no es que esté a un gran nivel y la historia está llena de altibajos, sin embargo, como todo salto al vacío que se precie, tiene cosas muy interesantes. Me habría gustado que se hubiera explotado más esa faceta artística que tiene la película porque me ha parecido muy interesante ver ese mundo desde dentro, no obstante, parece que entre la pugna entre el arte y el thriller ha ganado mucho peso el segundo, por goleada.
Y es una pena porque es una película muy esteta, un reflejo del escenario en el que se mueve (La Restauración está rodada en gran parte en el Museo del Prado) y una historia que, de haber tenido más desarrollo, habría sido mucho más interesante.
Aun con todo, me encanta cuando se arriesga, y en este sentido, la ópera prima de David M.Mateo es muy prometedora, y estoy seguro de que nos traerá cosas muy interesantes en el futuro.
Ya puedes ver La Restauración en Filmin, y te recomiendo que lo hagas porque da gusto cuando una película juega completamente al ataque.