El mundo del cine y la televisión ha perdido a una de sus figuras más emblemáticas y respetadas, Tony Todd, tal y como informa Variety. Conocido por su voz profunda, su imponente presencia y su habilidad para encarnar personajes oscuros y complejos, Todd dejó una marca indeleble en la industria del entretenimiento.
Tony Todd nació el 4 de diciembre de 1954 en Washington, D.C. Su pasión por la actuación se manifestó desde joven, llevándolo a estudiar en la Universidad de Connecticut, donde se especializó en teatro. Su carrera comenzó en el teatro, pero pronto se expandió al cine y la televisión, donde encontraría su nicho en el género del horror.
Todd es quizás más conocido por su papel como Candyman en la película homónima de 1992 dirigida por Bernard Rose. Su interpretación de Daniel Robitaille, un pintor afroamericano del siglo XIX que vuelve como un espíritu vengativo, no solo le dio fama internacional sino que también se convirtió en un icono cultural. La frase «Candyman» pronunciada cinco veces frente a un espejo se convirtió en un ritual de terror popularizado por la cultura pop.
Además de Candyman, Todd acumuló una larga lista de papeles en el cine de terror, incluyendo apariciones en la franquicia Destino final o La noche de los muertes vivientes, y series como 24 y Star Trek: The Next Generation. Su capacidad para sumergirse en roles sobrenaturales y aterradores le valió el apodo de «maestro del horror».
Aunque el género de terror lo definió en gran medida, Tony Todd demostró ser un actor de gran versatilidad. Participó en proyectos de ciencia ficción, drama y hasta en comedias, mostrando su rango actoral. Sin lugar a dudas, una gran pérdida para el mundo de la actuación.
