La polémica ficción documental llega a su final con este último episodio. La trama se completa con la llegada del veredicto que condenó a Daniel Sancho a una cadena perpetua en una presión de Tailandia, el país dónde cometió el crimen. El Caso Sancho, que tuvo un tercer episodio de lo más controvertido, finaliza su emisión con este capítulo.
Max empezó esta andadura allá por septiembre con la intención de narrar aún en caliente todo lo que atañe a este truculento caso que costó la vida al cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta. Una investigación controvertida que ha profundizado en el caso, con declaraciones de los principales protagonistas y cuyo capítulo 0, estrenado en abril, se convirtió en la producción nacional de Max más vista de la historia (Fuente: El Confidencial).
El juicio de Daniel Sancho
Llegamos a este último capítulo tras la resaca del tercero, en el que se recogieron algunos de los comentarios que más controversia han generado de la serie, aseverando que «Si Daniel fuese una mujer, sería una mujer a la que han intentado violar”. Unas incendiarias palabras que desataron toda una oleada de comentarios en contra del actor y que han servido de caldo de cultivo para este último episodio de uno de los casos más seguidos que se recuerdan en nuestro país.
Una de las claves de este caso es que su resolución fue realmente rápida, tengamos en cuenta que no había pasado ni un año antes de que comenzara el juicio, en medio de una oleada de opiniones y siendo el protagonista de multitud de debates en diversos medios de comunicación y periódicos. Una actuación en la que Rodolfo Sancho se ceba en este último capítulo, centrado sus críticas en el sensacionalismo de una prensa ávida de titulares y debates televisivos de gran audiencia.
El último capítulo de este adictivo documental se centra en mostrarnos a Daniel como víctima de todas estas manipulaciones y actitudes de acoso por parte de Edwin cayendo, en mi opinión, en una excesiva banalización del caso, pero no por ello no deja de ser interesante conocer los entresijos del mismo. Es innegable que hay numerosas pruebas que se posicionan contra el hijo del actor y que lo sitúan en determinados escenarios en los que adquirió elementos clave para poder cometer el asesinato, y de forma previa al mismo.
También es cierto, que el documental ahonda en la extraña relación que ambos mantenían y si la naturaleza de la misma fue lo que empujó a Daniel a cometer el asesinato, o si el crimen fue accidental y, presa del pánico, decidió esconder el cadáver. El problema es que lo hace desde una perspectiva un tanto interesada, en mi opinión, y da demasiada voz a la versión de la familia, por lo que entiendo a la gente que ha encontrado El Caso Sancho sin el rigor suficiente como para denominarse true crime.
