Según desvela Discussing Film, un especialista en taquilla afirma que Megalópolis, el último proyecto de Coppola, tiene la peor recaudación previa que ha visto, con solo 30 mil entradas reservadas en Estados Unidos. Estas cifras quedan muy lejos de lo que se considera una producción rentable, y lo que se viene no tiene pinta de que vaya a ser nada bueno para el genial director italoamericano.
Megalópolis es un proyecto que nació con mucha expectación y que, poco a poco, ha ido desinflándose al protagonizar toda clase de polémicas, incluyendo un trailer con citas y críticas aparentemente inventadas. Todo ello ha servido de caldo de cultivo para una producción que, parece ser, no está llamando la atención al público norteamericano.
Megalópolis y la ambición de Francis Ford Coppola
Este escaso interés tiene mucho que ver con la información que iba llegando al público sobre el mastodóntico rodaje y la postproducción, desde la desidia del director a la hora de responder a la prensa indicando que se trata de un proyecto y una ambición personal, hasta las muy dispersas críticas de la cinta, que van desde el puro hartazgo hasta el aplauso más excesivo. Ese tipo de bamboleos y de opiniones dispares suelen generar dudas en el espectador.
Por otro lado, voy a romper una lanza en favor del bueno de Francis, que ha arriesgado con una película que nadie quiso producirle, poniendo dinero de su propio bolsillo y trabajando a destajo para mantenerse fiel a la visión que él tenía de su proyecto. ¿Y en eso no consiste el arte? Yo creo que ambas visiones, la del arte y la del entretenimiento, son totalmente complementarias, y deberían serlo, pero también admiro la capacidad de un octogenario director que va contra viento y marea, contra todo lo que no nos gusta de las grandes productoras y ha tratado de crear algo propio. Y, nada más que por eso, yo le daré una oportunidad a Megalópolis y a Francis Ford Coppola. ¿Y vosotros?
